martes, 14 de febrero de 2012

¿Qué es el estrés?

El estrés me va a matar, ¡necesito vacaciones!; ¡debés estar estresado! no te preocupes; ¡Estoy estresado, no doy más! este laburo me va a matar!.
Cuántas veces habremos escuchado este tipo de frases, cientos e incluso nosotros mismos se las hemos dicho a alguien, el estrés pareciera ser la causa de todos nuestros males, el tránsito, las presiones en el trabajo, nuestra pareja que nos pide compartir más tiempo o nos dice que no la escuchamos, los amigos que también siempre algo piden, la gente en la calle cada más agresiva, la inseguridad que vivimos, es demasiado... pero ¿De qué hablamos cuándo hablamos de estrés?
El estrés es una reacción fisiólogica del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante.
El estrés es una respuesta natural y necesaria para la supervivencia, cuando esta respuesta natural se da en exceso se produce una sobrecarga de tensión que repercute en el organismo y provoca la aparición de enfermedades que impiden el normal funcionamiento del cuerpo humano.
La patología de la cual hablamos, el estrés, es muy frecuente en el ámbito laboral, sobre todo en puestos jerárquicos que requieren mayor exigencia y dedicación.
Se manifiesta corporalmente mediante taquicardia, liberación de adrenalina y noradrenalina, y el aumento en sangre de glucosa. Estos mecanismos los desarrolla el organismo para aumentar las probabilidades de supervivencia frente a una amenaza a corto plazo. A medio plazo este estado de alerta sostenido desgasta las reservas del organismo y puede producir ansiedad, depresión, insomnio, trastornos de atención, etc.
Los factores que desencadenan el estrés se llaman estresores o factores estresantes y podemos mencionar entre otros, las situaciones que fuerzan a procesar información rápidamente, estímulos ambientales dañinos, percepción de amenaza, aislamiento, presión grupal y frustración.
Considero que los factores estresantes que mayor predominio tienen son la presión grupal, sobre todo la presión que puede ejercer un grupo de trabajo y la frustración. Cuando nos encontramos trabajando en un ambiente donde recibimos presiones constantes para trabajar cada vez más rápido, donde se da la lucha eterna entre producir cada vez más en el menor tiempo posible y generando las máximas ganancias, o cuando debemos trabajar llevando a cabo alguna actividad que no es la que más nos satisface, nos sentimos frustrados e impotentes por no poder cambiar la situación o por no saber cómo manejarla y es así como llegamos a estresarnos. También podemos recibir presiones desde el grupo familiar, o del grupo de pares e incluso nuestras parejas también pueden hacer que nos sintamos presionados.
Habrá que evaluar la situación, a veces es muy difícil dejar un trabajo porque hay cuestiones económicas que nos impiden renunciar a un puesto laboral, pero tampoco podemos darnos por vencidos, entonces si no podemos cambiar de trabajo habrá que encontrar la manera de que las presiones laborales nos afecten lo menos posible.
Siempre es bueno encontrar algún lugar donde podamos descargar nuestras frustraciones para no llegar a padecer el estrés como patología, algunos lo hacen a través de una psicoterapia, otros haciendo algún deporte, o a través de la música.

                                                                                                      Lic. Lucía Di Fazio

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