domingo, 2 de diciembre de 2012

Mejor hablar de ciertas cosas


Hablar de HIV / SIDA es empezar a prevenirlo, es necesario hablar para perder el miedo, la forma de prevenirlo es informarse para conocer mitos y verdades que se han tejido alrededor del HIV / SIDA, y principalmente para conocer la forma de cuidarnos a nosotros y a las personas que amamos. No miremos para otro lado creyendo que no nos va a pasar, porque si no nos cuidamos, sí nos puede pasar. No somos invencibles, ni inmortales. ¿Por qué no nos puede pasar, por qué les pasaría a otros y no a nosotros? ¿Quiénes somos nosotros, somos mejores, que aquellos a quiénes sí les pasa? ¿O será que todavía seguimos pensando "si le pasó será por algo"?
Ser portador de HIV sólo depende de una decisión, protegerse o decidir no hacerlo. 

Tomemos conciencia, informándonos, protegiéndonos y no discriminando.


¿Qué es el HIV / SIDA?

El SIDA es una enfermedad infecciosa que ataca al sistema inmunológico. SIDA significa Síndrome (un conjunto de síntomas) de Inmunodeficiencia (que ataca al sistema inmunológico) Adquirida (no es hereditaria, sino causada por un virus). Es provocado por un virus que se llama HIV o VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana).
El VIH se encuentra en todos los líquidos orgánicos de aquella persona que tiene el virus: sangre, semen, saliva, lágrimas, leche, calostro, orina, secreciones uterinas y vaginales y el líquido preseminal. Pero solamente la sangre, el líquido preseminal, el semen, fluidos vaginales y la leche materna presentan una concentración suficiente como para producir la transmisión.
Se llama persona que vive con VIH a la persona en la que se detecta que ha tenido contacto con el virus. Enfermo/a es la persona en la cual se han detectado enfermedades causadas por la inmunodeficiencia producida por el virus. La persona que vive con el virus no tiene síntomas.

Las vías de transmisión son tres:
Relaciones sexuales vaginales, anales u orales, heterosexuales u homosexuales sin protección. El paso del virus en las relaciones sexuales se realiza a través de las lesiones o heridas microscópicas que se producen durante la penetración y otras prácticas sexuales, por donde los fluidos de quien tiene el virus ingresan al cuerpo de la pareja.
3 de cada 4 casos de transmisión son por vía sexual. El 90% de estos casos corresponde a exposición heterosexual.
El sexo oral es práctica de riesgo para el que pone la boca. Igualmente es aconsejable que se protejan los dos para evitar la transmisión de otras infecciones. Existen más probabilidades de transmisión de hombre a mujer que de forma contraria, lo cual no autoriza a despreciar este riesgo.
Vía sanguínea, por compartir jeringas para el uso de drogas o cualquier otro elemento cortante o punzante, o a través de la transfusión de sangre no controlada.
Transmisión perinatal, de madre a hijo durante el embarazo, el parto y la lactancia. La transmisión madre – hijo plantea el principal mecanismo de adquisición del sida para los niños. De no recibir adecuada atención médica, una madre HIV positiva tiene una chance sobre tres de dar a luz a un niño infectado.
Con atención médica, el riesgo de transmisión del virus al bebé es casi nulo.

¿Cómo NO se transmite?
Tan importante como saber de qué manera se transmite el virus, es saber qué conductas o prácticas no lo hacen. Tener relaciones sexuales utilizando preservativos, un estornudo, la picadura de un mosquito, compartir la vajilla o los mismos servicios higiénicos, la depilación con cera, no transmiten el virus. La saliva, las lágrimas, el sudor, el aire y el agua, al igual que los alimentos no son vehículos de transmisión. Tampoco lo son el practicar deportes, besarnos, abrazarnos, darnos la mano, jugar, trabajar o estudiar, bañarnos en duchas o piscinas e intercambiarnos la ropa con personas que viven con HIV.

(Fuente: www.huesped.org.ar)









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