En los tiempos que corren, con el constante crecimiento de las redes sociales, estamos conectados permanentemente con los demás. Sabemos que está haciendo el otro en este momento, como se siente, estamos comunicados siempre.
Sin embargo, cuando tenemos un problema o una cuestion más profunda que nos aqueja, no nos sentimos cómodos contándolo, y cuando nos recomiendan ir a un psicólogo, tendemos a sentirnos mal y a minimizar el problema.
¿Por qué sucede esto? ¿Será por miedo a compartir con alguien nuestros problemas? ¿O será miedo a ser juzgado por nuestros actos?
Es necesario romper con ciertos prejuicios acerca de lo que es un tratamiento psicológico.
El espacio analítico es pura y exclusivamente del paciente, en donde nadie va a ser cuestionado ni juzgado.
Es un lugar en donde lo principal es que el sujeto logre conocer el fondo de la cuestion respecto a su problema, es un espacio de reflexión.
Aquí, el analista tiene como función acompañar, asistir al sujeto y ayudar a que este pueda encontrar, y construir herramientas para superar sus conflictos, utilizando recursos con los que dispone. En este espacio, la palabra ocupa el lugar más importante, puesto que es la gran reveladora de aquello que tenemos y aun no conocemos.
El tratamiento psicológico tiene entonces como finalidad que el paciente pueda sentirse mejor y pueda afrontar sus cuestiones. Para esto es necesario que aprenda convivir con quien realmente es.
Por todo esto, le damos la bienvenida a este nuevo camino hacia el conocimiento de sí mismo.
Lic. Viviana Britez"La primera virtud del conocimiento es la capacidad de enfrentarse a lo que no es evidente"
JACQUES LACAN
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